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Bailando jotas en Mar del…

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October 13th, 2017

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Siempre decimos que cada huésped que pasa por el Hotel Sauce tiene sin duda una historia que contar. Una de las experiencias más gratificantes de este trabajo es cuando descubres una de esas historias y su protagonista nos la cuenta. Hace unas semanas nos visitó una simpática pareja de argentinos, y conversando con ellos descubrimos que no era su primera vista a la ciudad. De hecho, cuando ella nos contó que había estado invitada por el Gobierno de Argón porque, allá en Mar del Plata, bailaba jotas, supimos que debíamos compartir con vosotros esta historia.

Una historia de cómo las raíces y la fuerza de nuestro folclore sobreviven más de tres generaciones. Tenemos el placer de presentaros a María Florencia Mastromarino Berges y a su pareja Cristian David.

Siempre es lindo volver, Zaragoza es mi ciudad en el mundo.

 La primera pregunta parece obligada, ¿Cómo es que una chica de Mar del Plata baila jotas?

Florencia: Mi madre y mi abuelo bailaban jotas en la Unión Aragonesa de Mar del Plata, así que podemos decir que es una tradición familiar. Desde bebé yo vi bailar a mi madre. La institución tiene mucha historia, este 13 de Octubre cumple 71 años, y de hecho mi bisabuelo Agustín fue uno de los fundadores. La familia de mi madre tiene raíces aragonesas, durante este viaje hemos visitado a mi familia en el pueblo de Longás, en la región de las Cinco Villas.

 ¿Y qué impresión causa la jota entre vuestros compatriotas argentinos?

F: La jota no es muy popular en Argentina. Todo el mundo asocia el baile español con el flamenco, pero cuando nos visitan en la Unión Aragonesa causa muy buena impresión. Es una baile muy alegre, muy movido y gusta mucho. Además Mar del Plata es una localidad muy turística en verano y muchos argentinos de otras ciudades nos visitan a menudo. Lo que más les llama la atención son las castañuelas y preguntan cómo se tocan, de dónde vienen…

Cristian David: Cuando ella me comentó que bailaba jotas, yo no sabía muy bien a qué se refería. Recuerdo que me mostró un video y me trasmitió alegría.

 ¿Es fácil conseguir todo el material para bailar jotas desde allí?

F: Las alpargatas, medias, pendientes, mantones, castañuelas… los compramos en España. Cuando alguien visita Zaragoza le encargamos algunas cosas. Yo ya he visitado unas cuantas mercerías y tiendas especializadas este viaje. Ayer compré pañuelos y medias y me llevo telas para hacer enaguas. Algunas cosas las confeccionamos allá.

 Nos comentas que no es la primera vez que visitas Zaragoza

F: El Gobierno de Aragón tiene una secretaría que se encarga de las Casas de Aragón en todo el mundo. Hace un par de años nos invitaron a venir 10 días y pudimos conocer Aragón con un guía y participar de las Fiestas del Pilar. Nos pusimos en contacto con la Asociación Cultural Xinglar y tuvimos la oportunidad de ensayar con ellos. Hicimos varias presentaciones y fue muy hermoso. Bailamos en el ayuntamiento de La Puebla de Alfindén, participamos en la ofrenda y hasta en la Plaza del Pilar, que estaba abarrotada. Antes de bailar llorabamos de emoción.

 ¿Cómo fue la experiencia de participar en la ofrenda de flores?

 F: Fue emocionante. Hicimos la ofrenda con una bandera argentina, pero con trajes regionales de Aragón. Muchos nos preguntaban por qué no trajimos trajes argentinos.

Esta pregunta es ya un clásico de nuestra sección. ¿Qué objeto absurdo no puede faltar en tu maleta?

F: Mi secador de pelo. Y es absurdo, yo ya sabía que acá ustedes tienen secador de pelo en las habitaciones. En todos los hoteles los tienen ya, pero no son como el mío.

C.D: Y no te creas que es un secador corriente. Es uno profesional… que ocupa muchísimo espacio en la valija.

 ¿Qué es lo más raro que os ha pasado en un hotel?

C.D: Recuerdo un viaje a Brasil en el que nos alojamos en una posada muy bonita. Pues la primera noche nos encontramos una cucaracha enorme.

F: Y además salió del placard, de entre mis cosas. Yo tengo fobia a las cucarachas y fue horrible. Empecé a gritar y a llorar mientras Cristian se reía. Pedí un cambio de habitación, pero sólo nos dieron insecticida.

C.D: La verdad es que acabó bajo mi zapatilla, pero ya no estuvo tranquila.

 ¿Para cuándo tenéis pensado regresar a Zaragoza?

 F: El año que viene, si conseguimos tener vacaciones, nos gustaría venir para el Pilar. Pero es difícil poder coordinarlo. De hecho nos encantaría poder hacer un road-trip por Aragón y quedarnos unos días en Longás. Siempre es lindo volver, Zaragoza es mi ciudad en el mundo.

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 Bailando jotas desde la infancia


via:saucepolis

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