#erasmusengante
Descubriendo rincones…
Flandes es una tierra que nunca deja de sorprender y Gante, muy especialmente, es para mí el paraíso del “flâneur”. “Flâneur”, esa palabra acuñada en el siglo XIX para definir a los poetas que se inspiraban para sus obras paseando sin rumbo por París, dejándose llevar y observando a su alrededor. Para mí, eso es exactamente lo que me sugiere Gante: una ciudad donde no importa cuánto tiempo hayas pasado ya en ella, siempre tiene guardados para ti rincones entrañables.
Uno de mis rincones favoritos es el puente Zuivelbrug, que une la Grootkanonplein con la preciosa calle de Kraanlei. A menudo, en nuestras localidades españolas, estamos demasiado ofuscados por el estrés de la rutina diaria y no nos paramos a apreciar la arquitectura que nos rodea; pero el Erasmus es una perfecta etapa para valorar esas pequeñas cosas, y más en una ciudad como Gante, o cualquier localidad flamenca. Me despierto pensando que soy una afortunada por poder pasar una temporada en esta hermosa ciudad e intento no dejar que la rutina vuelva común aquello que una vez vi tan bello. Pasear por las calles de Gante al anochecer, o a primera hora de la mañana, me parece algo indescriptible, una experiencia casi mística. Dejad que el viento flamenco os meza y perderos sin rumbo por las callejuelas medievales de Flandes.
Gante siempre nos estará guardando pequeñas joyas por descubrir al otro lado de la esquina.
via:erasmusenflandes