Centro

Parque temático con variedad de especies exóticas: aves, reptiles, animales marinos…. HORARIO: Todos los días de 09:30 a 17:30 horas. TARIFAS: Residentes: niños, 9 euros; adultos, 13 euros. No residentes: niños, 13 euros, adultos, 18 euros.
LOCALIZACIÓN: C/ Noruega, 2, Puerto del Carmen, Lanzarote. INFORMACIÓN: 928 841 286.
GALERÍA DE IMÁGENES PLANO DE SITUACIÓN

Los atractivos de Rancho Texas Park combinan el ocio activo y el contemplativo. Los niños podrán subirse a un pony, dar unas paladas de piragua en el lago o corretear en las espaciosas zonas de juego, mientras los adultos observan la muestra heterogénea de especies exóticas alojadas en los expositores. La entrada al centro la protagoniza una exhibición de aves y reptiles. Podremos presenciar la quietud del búho real y de Virginia, los coloridos loros de Amazona de Finsh y el Eclectus, y a su lado, somnolientas, las serpientes, las boas y los pitones.

Otra de las seducciones de Rancho Texas Park procede de un gran lago central donde los cocodrilos del Nilo hacen las delicias de los más pequeños. Resulta curiosa la reacción de los chavales ante los animales marinos. En general, sintonizan muy bien con las aves, los animales de ganado y cualquier otro bicho, pero con los que se mueven en el agua parecen coincidir con sus héroes de cómic. En este sentido, los chavales sienten debilidad por los leones marinos y el reciente espectáculo diario que oferta Rancho Texas Park. Son tres leones, simpáticos, obedientes y acróbatas. Hacen un show entrañable repleto de situaciones bastante cómicas, que sorprenden a los pequeños y no tan pequeños. El espectáculo se representa todos los días a las 12:00 y 14:30 horas.

Espacios lúdicos

Sobre el parque nos llama la atención cómo saben combinar la fase contemplativa y activa. Así, los niños miran con detalle las particularidades de las cacatúas, las cabras, gorrinos, conejos y hasta el tigre de Bengala, pero tienen margen espacial y temporal para sus correrías: Podrán subirse a un pony, coger una piragua, buscar oro, tirarse en una tirolina, descansar en una cabaña india para acto seguido saltar o correr en las zonas de parque del rancho. Cabe destacarse también la demarcación de un espacio para tomar el aperitivo o el almuerzo en medio de la instalación.

Si pensáramos que sólo los niños encuentran diversión en Rancho Texas Park, están muy equivocados. De por sí, la visita al 80% de sus equipamientos resulta provechosa para el adulto. Si añadimos el espectáculo de las aves rapaces, nos iremos más que servidos. Águilas y buitres protagonizan este sorprendente número. Lo presenciamos desde un graderío semicircular en una extensa superficie de césped. Es importante permanecer sentado todo el rato y tener bien controlados a los niños. La razón es bien sencilla: Las diferentes especies de águilas y los mastodónticos buitres sobrevolarán nuestras cabezas. Literal. De ahí la importancia de permanecer sentados hasta el final del show para evitar cualquier incidente (ver foto inferior).

La representación tiene lugar tres veces al día: 11:30, 14:00 y 16:30 horas. No llega al nivel del show de las rapaces, pero los niños siempre se sorprenden con las habilidades de las cacatúas. También todos los días con triple escenificación: 11:00, 13:30 y 16:00 horas.

El corral del agua

Bajo esta denominación se conoce la nueva fase de Rancho Texas Park. Recientemente inaugurada, el corral del agua es una amplísima zona de piscinas lúdicas. Una grandísima piscina para adultos, pero con espacio infantil incluido. Muy bien pensada su construcción. Encontramos otra piscina para bebés. Pequeña, pero con suficientes atractivos para entretener a la criatura. Y una tercera piscina con múltiples equipamientos de ocio. Destaca el enorme barreño que va soltando sus aguas cada cuatro-cinco minutos. Un elemento tremendamente sencillo que, sin embargo, atrae muchísimo a la chiquillería y sus padres. A pesar de que mueve miles de litros de agua, al caer primero sobre otra superficie, el líquido pierde fuerza y el baño se convierte en una práctica totalmente segura.

El espacio acuático está rodeado de un bar restaurante en el que se puede comer con comodidad o bien tomar una cañas mientras controlamos tranquilamente a los chiquillos. La zona de piscinas está bien diseñada. Entre otras cosas confiere al bañista de zonas de sombra con diferentes elementos arquitectónicos. Les sugerimos que la visita a Rancho Texas Park la concluyan aquí. Es decir, que el paso al corral del agua resulte la última etapa de este tour infantil. Con esta reciente infraestructura, la empresa ha acertado de lleno. Incrementa las opciones lúdicas del visitante, al tiempo que robustece su producto educativo.