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Tragachicos 2013

Fue una de las sensaciones de las últimas Fiestas del Pilar. No hubo chiquillo, grande o pequeño, que no quisiera ser degluido por este gigantesco baturro. Largas filas allá donde fuera instalado para conocer las entrañas del gigante. El sorprendente poder de atracción de una atracción tan simple como irresistible. Esta figura histórica de las fiestas en Zaragoza regresó para quedarse.

Horarios Tragachicos 2013

Estas Fiestas del Pilar vuelve el Tragachicos. Con sede fija en la Plaza de San Bruno será uno de los imprescindibles para los más pequeños.

Días 6, 10, 11, 12 y 13 octubre. De 11 a 14 y de 18 a 21h.

Días 7, 8 y 9 de octubre. De 18 a 21h.

El triunfo del Tragachicos

El año pasado tuve ocasión de llevar a mi hija a ser devorada por el Tragachicos, y he de decir que quedé sorprendido. Una enorme fila daba la vuelta a la Plaza de España. Montones de niños esperaban pacientemente para participar de la atracción. Y no pude evitar pensar que en el fondo, el Tragachicos no es sino un tobogán grandote, grotescamente decorado y de connotaciones cuando menos escatológicas. ¿Por qué tiene tanto éxito? ¿Por qué niños que han visitado enormes parques de atracciones, se han lanzado por gigantescos toboganes en parque acuáticos y conocen las mas modernas atracciones del siglo XXI esperaban pacientemente a ser engullidos por el tragachicos? Y la respuesta es en el fondo sencilla. Los niños son niños, y se divierten con cosas sencillas. Quizá los modernos entretenimientos infantiles tratan de satisfacer mas a los padres que a los propios niños.

Es sorprendente cómo niños acostumbrados a ver en el cine producciones multimillonarias en tres dimensiones se quedan boquiabiertos ante un teatro de títeres. Cómo los payasos del circo les hacen reír tanto o más que los programas de televisión con equipos enteros de guionistas detrás. Cómo una careta de cartón de un cabezudo hace el mismo efecto que el mas caro de los disfraces del dibujo animando de moda. O cómo la peonza o el diábolo se imponen por momentos a las consolas de videojuegos a la salida de los colegios.

Los niños son niños, por eso triunfa el Tragachicos. Parece no importar esperar una buena fila si al final uno puede ser tragado, deglutido y, perdonen que insista, evacuado, por un enorme baturro en grotesca postura.

via:saucepolis