Arte

Un lovaniense en…

Diciembre ha pasado su ecuador, hace frío y se acerca la Navidad. Y eso se nota en las calles de las ciudades y los pueblos. Y, como no podía ser de otra manera, se nota también en la capital de Flandes, de Bélgica y de la Unión Europea: Bruselas. Esta “tri-capital” (¡cómo me gusta inventarme palabras!) se llena estos días de decoración navideña por todas partes: establecimientos privados, residencias y edificios institucionales lucen sus adornos desde hace semanas.

Un gran árbol de Navidad y un pesebre llenan la Grand Place o Grote Markt. Abro paréntesis: recordemos que Bruselas es una ciudad oficialmente bilingüe, y todas las señalizaciones oficiales las encontraremos en los dos idiomas (francés y neerlandés), a diferencia de Flandes, donde la lengua única oficial es el neerlandés o flamenco. Sin embargo, si visitamos Bruselas nos daremos cuenta de que la realidad es diferente a la teoría, y en la práctica la población bruselense de habla neerlandesa no llega al 10%. Cierro paréntesis.

Pero no sólo se observa la Navidad en Bruselas a través de la decoración navideña de calles y edificios: en Bélgica, igual que en otros países de Europa, los mercadillos navideños son típicos. El de Bruselas es uno de los más grandes de Bélgica, con diferentes partes ubicadas en diversas localizaciones del centro de la ciudad. Tal es su magnitud que incluso hay zonas donde las paradas se agrupan por regiones de origen de los productos que venden. El mercado de Navidad de Bruselas es bastante internacional, e incluso podremos encontrar algunos productos típicos de España, pero naturalmente los que más abundan son los belgas. 

Pero cuando el sol baja, llega la magia a la Grand Place/Grote Markt: las fachadas de los edificios de la plaza se convierten en pantallas en las que se proyectan luces y colores, acompañados por un sonido instrumental que envuelve la plaza. Un espectáculo audio-visual precioso en un lugar impresionante. ¡No os podéis perder Bruselas en Navidad! 

via:erasmusenflandes